Como hermana de un hermano mayor y otro menor, he tenido la oportunidad de vivir las diferentes etapas de sus vidas. He sido testigo de las diferentes fases de la vida de mis hermanos, desde su complicada adolescencia hasta su etapa de “soy demasiado cool para ti”. Sin embargo, como hermana, siempre estaré a sus lado, incluso en sus momentos más oscuros. Cuando me pedían consejo sobre cómo lidiar con las regañizas de mamá o me contaban sus dificultades con la depresión.
Mi hermano menor y yo compartimos demasiado cariño. Me han confundido como su mamá porque siempre lo tengo a mi lado. Sin embargo, empecé a notar un cambio en su comportamiento, ya no me preguntaba si quería jugar Roblox, qué había para cenar o si quería hacer algo con él. Parecía estar luchando para tener motivación, e incluso interactuar con su propia familia se convirtió en un desafío para él. Al principio, pensé que era sólo una etapa de mal humor adolescente, pero oh, cómo me hubiera gustado que ese hubiera sido el caso.
El 19 de febrero, caminaba por mi habitación gritándole a Dios por qué no me dejaba demostrarle que yo era capaz de cuidar de mi hermano. Mira, mi hermano había estado luchando con una depresión grave, y finalmente había llegado a un punto en el que tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico. Vi cómo el dolor de mi hermano se extendía a los corazones de mi familia. Estuve sentada toda la noche intentando de procesar la única pregunta que me pasaba por la cabeza: “¿He fallado como hermana?”.
El Instituto Nacional de Salud Mental afirma que la depresión es un trastorno común del estado de ánimo que afecta a la mentalidad del individuo, su interés por las actividades diarias y sus hábitos de sueño y alimentación. Aunque sea común, la soledad es un factor importante que influye en los trastornos depresivos. Raheel Mushtaq, residente del Departamento de Psiquiatría del Colegio Médico Gubernamental, afirma que “la soledad puede provocar diversos trastornos psiquiátricos y físicos. Si no se atiende, la soledad puede tener graves consecuencias para la salud mental y física”. Si alguien está pasando por un momento difícil, puede ser más difícil mantenerse estable sin apoyo, especialmente sin apoyo de la familia.
Mi familia entró en acción cuando nos dimos cuenta de la gravedad de la depresión de mi hermano pequeño. Hicimos llamadas puntuales a la hora exacta que nos dijeron que podíamos llamar, le visitamos en el hospital, le llevamos ropa y le expresamos nuestro amor incondicional. Yo llevaba casi una semana sin ver a mi hermano, nunca había pasado tanto tiempo lejos de mi hermano.Tuvimos una reunión familiar en el hospital y en cuanto vimos a mi hermano saltamos y lo abrazamos mientras llorábamos. Incluso después de 10 minutos, seguíamos llorando de pura alegría por verle.
La trabajadora social que había estado trabajando con nosotros afirmó: “Nunca he visto una familia tan rota”. Nuestro dolor compartido era visible, pero demostró que nuestra unidad, que era el ancla para ser un sistema de apoyo exitoso, resultó ser la clave de la resiliencia de mi hermano.
El apoyo es más importante de lo que la gente piensa, sobre todo porque una familia que se aparta para ayudar a esa persona muestra la belleza de cómo el amor devuelve la esperanza.
Decidí escribir este artículo también en español porque sentí que, como mexicana, es importante abordar el estigma que rodea a la depresión. Es importante tener estas conversaciones, no importa que sea visto como “tabú” esto podría salvar la vida de nuestros seres queridos. Un artículo de Hispanic/Latinx | NAMI afirma que “Las personas de la comunidad hispana/latina pueden ser muy reservadas y es posible que no quieran hablar públicamente sobre los desafíos en el hogar o en sus vidas…” y “El estigma dentro de la comunidad hispana/latina también puede conducir a una falta de información, ya que es posible que las personas no reconozcan los síntomas de las afecciones de salud mental o no sepan dónde buscar ayuda. Esto puede causar que las personas no busquen tratamiento”.
“Ponte las pilas” es una frase que utlizan los padres hispanos cuando su hijo posiblemente esté lidiando con depresión y evitando confrontar la realidad. Entiendo que las generaciones mayores tampoco hablaban de enfermedades mentales, pero es hora de romper estas cadenas generacionales para nuestras generaciones futuras.
El apoyo es lo más importante que se puede hacer cuando alguien sufre algún trastorno emocional, especialmente cuando una familia que ayuda a esa persona muestra la belleza de cómo el amor restaura la esperanza. PubMed encontró que un mayor apoyo familiar se asociaba con una menor depresión.
Expresar los sentimientos no siempre es fácil, lo entiendo, así que aquí tienes algunas formas de ayudar a un familiar o amigo que esté pasando por depresión. El Sistema Sanitario de la Clínica Mayo sugiere animarles a seguir los tratamientos, escuchar sin juzgar, ofrecer ayuda y hacer planes juntos.
Por fin, la luz ha vuelto a los ojos de mi hermano, y puedo decir con confianza que no falle como hermana, concluir que subí de nivel.